Y es bello, si es que te quiero. Y te quiero. Pero quiero todo. Quiero nada. No sé lo que quiero.
A veces camino vacía, por ese camino en el monte que tanto te gusta. Y procuro no hacer ruido, no sea que despiertes.

Piso sobre el musgo, que tapiza la roca, y no hay ser que quiera pararme. Llego al río y me inclino a beber. Tan pura y cristalina...Tu mirada. Ahí estás, ya no duermes.

El agua está fría, pero me sumerjo en ella, siento cada molécula húmeda rozar mi piel. Y sigues mirando.

Y no atacas.

Salgo cauta, Peligro, despierto. Y abandono la orilla. Y te dejo atrás. No me sigues.

Volveré a por ti, como siempre. Y estarás ahí, esperando, en la arena. 

Nunca sabré si pasivo o agresivo...Pero mío.

No fluyo si no es contigo.


A mi pesar...Condena. 





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