Sibila Silava

Es todo tan grotesco…Yo sigo aquí, haciendo mi vida, con un profundo sentimiento en el pecho que me irradia hasta el alma… La rabia me consume. Me atraviesa. No siento el dolor de tu viuda, de tu madre, de tus hijos, de tus hermanos…Si bien tengo tu sangre. Yo tengo mucha sed. Mucha sed… Siento no poder ser lo suficientemente buena persona para saber perdonar. Siento hasta el tuétano de mis huesos el quebrar de los tuyos.  Veo todo negro, alrededor no hay claros. Todo oprime, asfixia, y engulle cualquier ápice de optimismo.  Sólo espero que al abandonar este mundo, hayas encontrado otro glorioso. Espero que tu valentía y bondad sean premiadas, ya que aquí no lo fue, allá donde estés.  Y que allá donde estés encuentres la paz que nos han robado y sepas transmitirla a los que nos quedamos, rotos, por la barbarie.  Todo llega en esta vida, o en la otra. Y todos encontraremos el castigo. O la salvación. Los dioses, vuestros o míos, no perdonan.  Que aquello

Es el caos previo, el que me hace vencer. Es el ritmo, incesante, penetrante de mi tiempo. Empuja. Respira, exhala. Sin inhalar primero.  Camina y gana. Llega a meta. Sal y no vuelvas sin trofeo. Vuelve sobre tus pies o sobre tu escudo , pero no te rindas. Nunca.  Pelea, corre tras ellos. No des tregua. ¡Empuja! Ponte en pie de guerra. Y salta, llora, rasga y rompe toda tela que te tape el Sol y te rapte el ánimo. Y cántale a las musas, veletas e interesadas. Sedúcelas. Tráetelas contigo.  ¡Levántate! Aún si no te has caído primero.   Sé fuerte, y lucha.  Planta cara y si te dan, planta la otra. Que nadie te dijo, que esto fuera a ser fácil.  Pero mira tu lengua ahora, ¡mírala! Y paladea. Está llena del sabor del orgullo que traen las batallas ganadas y las cosas bien hechas.  Y el sudor de tu frente. Y tus heridas. Y las balas. Y todo el tejido cardiaco desgarrado. Y la parte de tu alma que te has dejado en el camino. La sangre…Todo sabe bien ahora. ¡Empuj

Mira que teníamos todas la papeletas para darnos el zurriagazo del siglo. Y sin embargo aquí estamos. De una pieza en nuestro sitio , sea o no el que queríamos, merecido. Entramos en la era de los atracones de vida, de las sensaciones nuevas y determinantes. Y vamos paralelos, juntos, caminando por estos caminos con algún que otro brotecito verde a los lados. Se acabó lo que se daba, pero mirá qué de cosas están por darnos . Se me corta la respiración al escuchar esta canción "un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz..."  Vaya,ya no me duelo. Y esas punzadas que me atravesaban entera, oh sí, ya no están. Ya no hay pasado que me parta el alma en dos.  Gané. Y tú conmigo. "No podré contar qué ocurrió ayer, fue hace tanto tiempo que el sol se ha vuelto a poner."