Sibila Silava

Amo cada una de las lenguas de mi tierra, ¡ojalá las hablara todas!, y cada una de sus regiones y matices   ¡ojalá las conociera todas! . Tenemos un país precioso y culturalmente muy rico y variado, ¡España cambia de Norte a Sur! Preciosa pasando por sus archipiélagos y ciudades autónomas. Pero por negligencia y avaricia (y por miedo), los que ostentan el honor de gobernarnos quieren hacernos creer que en lugar de haber nacido con suerte, hemos nacido en un país en guerra. Quieren que odies al vasco, y que el vasco te odie a ti. Quieren que el catalán que no quiere cruzar una frontera para ir a Zaragoza, al final la reclame como si la necesitara para su supervivencia.  Porque en realidad, la suya, la de nuestros gobernantes, depende de ello. Nuestros políticos viven de nuestros miedos y odios. Viven de volver a dividir España ya no en dos, que parece que les sabe ya a poco, sino cada vez en más partes. Quieren bandos bien diferenciados y contrarios, cuanto más distanciados, mej

Sería poco sensato pensar que lo sabemos todo, y sin embargo no hacemos otra cosa. El Ser Humano, en su exasperante versión “Cuñado”, cree tener explicación y respuesta para absolutamente cualquier fenómeno de nuestro Universo: Política, auroras en la atmósfera de Júpiter, origen del Universo, evolución de la especies, cómo educar a los hijos correctamente, cómo elaborar el verdadero salmorejo cordobés y cómo se hace la auténtica paella valenciana, etc. A veces hasta dudo de mi capacidad para escribir, ya no con arte, sino correctamente. No soy cuñada de nadie aún, puede que sea por eso por lo que me cuesta encontrar la explicación hasta de las cosas más sencillas. Por ejemplo, no entiendo por qué puñetas el grifo de mi ducha decide que el agua “al punto de ebullición” es la adecuada a los dos minutos de iniciar mi ducha y dos minutos y treinta segundos después me regala un chorro de agua propia de un glaciar. Los fontaneros (El Sr. Bros ya no ejerce, así que no he podido contar c