Lo esencial...

Yo también quiero que me cincelen las piernas, y que queden pétreas, lisas, finas y perfectas. Quiero que me estrechen cintura y me eleven varios centímetros del suelo, que me perfilen el mentón y la nariz. Los senos me gustan, pueden quedarse así.

Y si es posible, que me hagan una elevación de alma, que me ensanchen el corazón y si se puede, que me agranden la mirada, para ver más y mejor. Y que me amplíen la memoria, por favor.

Las peticiones del primer párrafo pueden cumplirse, con distinto grado de satisfacción. Las del segundo, no. No hay bisturí, crema, o técnica quirúrgica, capaz de modelar el carácter, la ética, y el ánima de una persona. Es lo que nos define realmente, lo que nos codifica frente a lo que nos cosifica, y lo más complicado de cambiar.





Por eso el valor no está en tu culo. Ni en tus labios carnosos rellenos de ácido hialurónico. No.
No vales lo que pesas, ni lo que opinas de tus muslos.

Lo que te hace genial, es eso que tú tienes de forma natural y nadie puede conseguir a golpe de talonario. A quién le importa la nariz de Mendoza, teniendo su verbo. Y su reconocimiento. El ego alimentado a base de mérito y no de fotos en bikini.

No eres lo que ven. De verdad que no...

S.S



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