Enviar


Fragmento final del monólogo. Luz tenue. Plano corto. Ambas se miran:

"No es que te odie, como ya te he dicho antes, es que me produces un profundo rechazo y , a la par, siento que no puedo deshacerme de ti, porque a veces suena un eco de aprecio y cariño. Será porque nos educaron a ambas para querernos, aunque luego eso haya sido imposible.

Me da mucha rabia, el dedicarte cualquier línea porque considero que no te mereces ser protagonista de algo. No mereces atención, por más que intentas llamarla. Vas haciendo daño allá por donde pasas. Eres egoísta e interesada y además, ahora, vas disfrazada.

Eres tremendamente peligrosa. Y no me apetece disimular más. Te mandaría a la mierda, pero nos arrastrarías a todos contigo, así que sólo diré: que Dios te guarde y ojalá se le olvide dónde".

Se da media vuelta, abandonando la habitación y dejándola sola, de pie y en silencio.

Comentarios

Entradas populares de este blog

En el nombre de Alá

Ahí van dos tazas

Todos tenemos un@